Escucha el podcast de cambia tu rumbo sobre el síndrome del impostor:
¿Estás harto de hacer una y otra vez cursos porque crees que el último es el definitivo para hacerte sentir que no eres un impostor?
¿Te gustaría saber cómo hice yo para después 20 años padeciéndolo por fin he tenido el coraje de emprender y mostrar en radios como Libertad.fm, El confindencial o en blog de referentes como Haciaelautoempleo.com de Omar de la Fuente?
Gracias a mi herramienta del PSYCH-K he sido capaz de avanzar mucho más rápido, efectivo y fácil que pagando todos los coach personales y de ventas que he pagado.
Además, me he reprogramado mi mente y mis creencias limitantes para que a pesar de tener miedos como todos, me he permitido mostrar mis conocimientos y tener los clientes que necesitan como yo en otro tiempo tener la mentalidad y actitud para emprender y todo ello desde el subconsciente (tranquilo que no es psicoanálisis ni nada parecido que te imagines, je, je,je).
Si quieres apostar por tu futuro, sentirte bien con lo que haces, desbloquearte e incluso aumentar tu autoestima o dejar tu perfeccionismo, entonces te recomiendo que pruebes una sesión gratuita y conozcas un poco más mi proyecto para ayudar a las almas que confían en mí a que destierren de una vez por todas su síndrome del impostor.
Fíjate si confío en mi método que he ayudado con pequeños bloqueos en 3 sesiones (como era una toma de decisiones o preparar un taller), en 6 las personas que me contratan tienen claridad en el objetivo, quitan sus bloqueos y además aprenden a cómo dejar de procrastinar, y las personas que contratan el proceso completo de 12 sesiones además de lo anterior, consiguen aumentar su autoestima, confianza, dejar de ser perfeccionista y aceptar tus logros pasados y futuros.
Estás harto de trabajar para otro y que no valore lo que haces en tu trabajo cada día. Lo has pensado cientos de veces en estos últimos meses: quieres emprender un proyecto o negocio propio.
Es más, no solo llevas bastantes años formándote en tu especialidad, sino que además has hecho unos cuantos cursos de podcast, vídeo, redes sociales o de marketing para saber cómo se deben vender tus servicios.
Terminas un curso en el que has puesto toda tu pasión, incluso lo has sacado a la par con tu trabajo, y llega la hora de la verdad: tienes que enfrentarte a la triste realidad de buscar clientes.
Un sudor frío recorre todo tu cuerpo. Tus pensamientos fluyen por tu cabeza: «¿Dónde vas tú, si no tienes ni idea?», «Hay mil personas más cualificadas que tú».
No sabes qué hacer. Tienes pensamientos enfrentados ya que creías que este último curso era el definitivo.
¿Qué pasa entonces? Que tu síndrome del impostor te paraliza, tus bloqueos mentales y emocionales hacen que sigas con lo de siempre. Es decir, has tomado la decisión (de forma subconsciente) de no arrancar y buscas argumentos para sentirte congruente con tus pensamientos recurrentes como:
Todo esto acompañado de creencias limitantes que te has autoimpuesto o, peor aún, son creencias que te han impuesto los demás. ¿En serio crees que una nueva certificación te va a dar la validación necesaria para esta vez sí conseguir lo que te propones? ¿En qué te basas? ¿No crees que mientras hacías los 250 cursos anteriores te decías algo parecido?
Toda creencia limitante tiene una intención a priori siempre positiva:
protegerte, servirte o prevenirte de algo.
¿De qué? Pues, como te contaré más adelante, normalmente de que fracases nuevamente o de que consigas el éxito (quizás te obliga a salir de tu zona de confort si lo consiguieras).
Las mayoría de las creencias limitantes aparecen en la infancia. ¿Cómo? Un día uno de tus padres, el que te da el amor condicional (si no haces lo que yo quiero, entonces no te doy mi amor), te da a entender (no de forma consciente) que si no te comportas de una determinada forma, mamá o papá no te va a querer.
Multiplícalo por entre 50 000 y 75 000 feedback negativos que recibimos en las edades comprendidas entre los 4 y 7 años, y ahí es donde empieza todo nuestro calvario.
Todas estas creencias, aunque las razonemos lo que queramos, se han quedado almacenadas en nuestro subconsciente y es complicado llegar a él.
Necesitas una herramienta que te ayude a poner de tu parte el subconsciente para conseguir un aliado, más que un enemigo.
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El término del síndrome del impostor o sentirte como un impostor fue acuñado o nombrado por primera vez por las doctoras Pauline Clance y Suzanne Imes.
Además de estas dos investigadoras, está la Dra Young que lleva más de 20 años ayudando a personas que presentan este problema.
Para la doctora Young, el síndrome del impostor es un conjunto de síntomas (por eso es un síndrome, je, je,je) que presentan las personas que han conseguido el éxito personal y profesional, como es el caso más conocido de la actriz Kate Winslet.
¿Qué presentan estas personas en común?
Baja autoestima y creencias muy limitantes, sobre todo acerca del éxito, el fracaso y ser incompetente (por poner un ejemplo, “soy un auténtico inútil” o “no sé qué decir en los contenidos de mi web porque no tengo mucho conocimiento”).
Por otro lado, se sienten como auténticas impostoras dentro de su estrellato, y debido a este problema presentan una baja motivación a la hora de hacer un nuevo papel o el trabajo que están desempeñando.
En mi caso, ayudo a las personas que todavía no han conseguido el éxito debido a que, por culpa de este síndrome, no se permiten ni siquiera intentarlo.
Otro apunte que presentan las personas que sufren el síndrome del impostor es que creen que no han conseguido ningún logro en su vida. Si han llegado donde han llegado es por puro azar, suerte o que alguien les ha ayudado. Lo piensan aunque nada de eso sea cierto.
¿Con este panorama cómo van a darse la oportunidad de llegar arriba o de mantenerse donde están?
Más del 70% de la población (sobre todo mujeres) presentan algún síntoma de este síndrome en algún momento de su vida laboral. Alucinante, ¿no?
¿No estás cansado de no parar de formarte una y otra vez y tener la sensación de gastar todos tus recursos, tanto económicos como de tu tiempo, para luego estar completamente igual?
¿Qué crees que pasará si no sales de este bucle infernal de miedo y ansiedad, de pensar que eres incapaz de dar un paso al frente y, de aliviar tu estrés con cursos nuevos para, en vez de arrancar con tu proyecto, centrarte en una nueva formación?
Sé que te da mucho miedo intentarlo. Tu síndrome del impostor es tan grande y te pone un freno tan intenso que, por mucho que tengas ilusión y motivación para arrancar, en realidad nunca lo haces.
Te entiendo perfectamente porque yo lo he padecido casi toda mi vida. Nunca era suficiente la formación que tenía y cualquier excusa era buena para no ponerme al frente de mis sueños e ir a por mi propósito de vida.
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Sé lo que es tener un sueño o propósito, como te he comentado antes, y además estar cada día en un puesto de trabajo alienante y que aborreces con toda tu alma.
¿Qué pasa con el tiempo? Que si no pones remedio, puedes sentirte quemado en tu puesto laboral, vivir en una constante frustración que puede extenderse a tus familiares y amigos.
El síndrome del impostor viene alimentado por las creencias limitantes que tenemos sobre el éxito, el fracaso y la competencia.
¿Qué es el éxito para ti y cómo puede transformarte?
¿Qué es el fracaso para ti o qué significa para ti fracasar?
¿Cuándo consideras a una persona competente? ¿Quizás cuando hace todo lo que se propone perfecto a la primera?
Por un lado, tienes la necesidad de escapar del trabajo en el que estás porque no te sientes realizado.
Por otro lado, es tan grande tu miedo a salir de tu zona de confort y dejar tu actual trabajo que te pones cientos de excusas como “soy demasiado mayor para emprender” y te centras en tus creencias limitantes que te impiden a perseguir tu sueño.
Es muy probablemente que tengas otro miedo asociado al anterior y es que nunca te consideras suficientemente cualificado para arrancar con tu emprendimiento.
Ayudar a los demás es jodido (o eso es lo que piensas) y esto te da mucha ansiedad. Además, no sabes que al no enfrentarte nunca a este miedo, en realidad esto es lo que más alimenta tu síndrome del impostor.
Vives en un bucle infinito de aprendizaje constante y nunca aprendes de verdad cómo podrías vivir de lo que te apasiona (ya que lo haces siempre desde la teoría de los cursos).
¿Qué pasaría si yo tuviera la solución a tu problema a través de un proceso de coaching y PSYCH-K?
Si tratamos tus miedos desde el subconsciente, no hay excusas, tienes un aliado más. ¿Qué significaría para ti tener la seguridad y confianza de que el siguiente curso, máster, evento o seminario es solo para reciclarte y no para escapar del bucle de la ansiedad?
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Ya que los miedos nunca vienen solos, tal vez tengas mucha vergüenza de lo que piensen los demás de ti y de tu cualificación.
¿Cómo vas a mostrar lo que sabes si tú mismo desconfías de ti?
Te preguntas muchas veces qué más debas saber para vivir de tu pasión.
La respuesta es que todo el mundo en algún momento de su vida empezó. ¿No lo crees así?
Sigues estudiando y formándote para tener el coraje o las herramientas necesarias para conseguir lo que quieres, que es la experiencia y la práctica que necesitas para continuar con tu proyecto.
Si me dieras la oportunidad de ayudarte, te mostraría mi herramienta para cambiar las creencias desde el subconsciente y tratar todas estas áreas que te darían mayor seguridad en ti y en tu proyecto, y lograrías avanzar y quitar todos tus bloqueos.
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Las sesiones de coaching personal tienen una duración de 60-90 minutos aproximadamente.
Trabajo online, así que si tienes poco tiempo para desplazarte o vives lejos, Skype, Whereby o Zoom son la forma más sencilla y eficaz para realizar las sesiones.
Por supuesto. Este proceso de 1 o 2 sesiones es algo vital para ti, y yo me lo tomo como tal, te afectará de forma positiva en muchos aspectos de tu vida. Como coach estoy 100% comprometido con tu proceso y me ofrezco a brindarte toda la ayuda que necesites, sea durante nuestras sesiones o después.
Lo primero es que tenemos una sesión gratuita para saber si hay conexión entre los dos y soy tu coach indicado en tu proyecto. Así que, si no te sientes cómodo o no te gusta, no tienes obligación de contratar ningún servicio.
Cuando finalicemos la sesión gratuita y quieras hacer el proceso completo te facilitaré mi número de cuenta en la que podrás hacer una transferencia antes de la primera sesión concertada.
Cada caso es particular. Mi recomendación es que se haga en único pago ya que la persona se siente más implicada en el proceso. Si por temas económicos lo necesitaras, podríamos ver la opción de pagar en 2.
Si tienes alguna duda más, ponte en contacto conmigo. Te garantizo honestidad, profesionalidad y total transparencia.
Escríbeme sin ningún compromiso al email david@cambiaturumbo.com y te ayudaré en todo lo que esté en mi mano, y resolveré cualquier duda que tengas. Un abrazo.