En este apartado te doy estrategias que te pueden ayudar a dejar de fumar por tu cuenta y a tener una mayor fuerza de voluntad.
Quita y tira todos los cigarrillos de tu vista y, si puedes, no pases al lado de un estanco para que no te entren ganas de comprar otro paquete.
Tira todos los ceniceros que tengas en casa o, si tienes trastero, guárdalos allí.
Para dejar de fumar siempre ayuda pedir apoyo a tu familia, sobre todo, en los momentos de abstinencia para que tengan un poco más de aguante cuando estés irascible y nervioso.
Puedes proponerte una especie de muro llamado los «días encadenados«. La idea es que dejes de fumar «solo por hoy» y por cada día que no fumes tacha o pinta un cuadradito de ese muro, y siéntete orgulloso de tu progreso. Si recaes, no pasa nada, vuelve a empezar.
Reduce de forma gradual los cigarrillos que te fumas a la semana. Por ejemplo, si te fumas 140 cigarrillos semanales, reduce 10 por semana.
Por cada 15 días que lleves sin fumar regálate algo. Por ejemplo, un libro, unas entradas para el cine o algo que te motive a seguir.
Piensa en las cosas que te recuerdan el cigarro y modifica tus hábitos. Los primeros días, si solías fumar después de comer, en vez de encender un cigarrillo, tómate una infusión. Si solías fumar después de trabajar, date un paseo y escucha los podcasts.