¿Últimamente tienes la sensación bien porque te lo han dicho, bien porque te has dado cuenta tú de que quizás eres una persona perfeccionista?, si la respuesta es que sí, entonces quédate que te voy a dar unas cuantas pautas para saber qué hacer si eres perfeccionista e intentar mejorar en este punto.
Imagino que, si estás buscando información de este tipo, es porque sabes que de alguna forma no es sana la idea que tienes en cuanto a cómo se tienen que hacer las cosas, acciones, proyecto o emprendimiento.
Si me lo permites primero te voy a explicar en qué consiste ser una persona perfeccionista y así hablamos el mismo lenguaje, je, je, je.
¿Qué es ser una persona perfeccionista?
Hablaríamos de una persona perfeccionista o que tiene conducta de perfeccionismo, cuando se tienen creencias o ideas irracionales (y para mí limitantes) de lo que se puede o no se puede hacer, y además, conlleva el que se tiene que alcanzar la perfección en el resultado de la acción.
Además, dado que el punto más profundo de la persona dentro del ámbito de la certeza es la convicción, estas personas tienen la convicción de que por debajo de este ideal (me refiero a la perfección), es inaceptable hacer nada.
Vamos que esta persona dicho de una forma sencilla o lo hace perfecto o no hace nada. Claro, esto tiene un inconveniente bastante grande y es que en la mayoría de las veces va a procrastinar o en mayor medida presentará parálisis por análisis en sus sueños.
Como te he comentado antes son pensamientos irracionales o distorsiones cognitivas el pensar con ideas dicotómicas de “todo o nada” en lo que se puede y no se puede hacer.
3 creencias van unidas a la perfección
Las 3 creencias limitantes principales que tienen las personas perfeccionistas son las siguientes:
Tienen una idea de que el éxito va unido única y exclusivamente con el perfeccionismo
El fracaso es muy amplio en su caso, dado se da en todo lo que no sea perfecto y por ello exitoso.
La idea de competente o incompetente va muy ligado a estas dos anteriores y no cabe más opciones. Además lo ven para sí mismas y como juicio hacia los demás
En el siguiente punto, te voy a mostrar 5 pasos o ideas que si te sientes identificado con lo que te he escrito tienes que dar para dejar de padecer este perfeccionismo que, algunas veces se convierte en casi patológico.
5 pasos para dejar de ser una persona perfeccionista
Estos pasos que te muestro espero que sean un pequeño empuje para que tú con tus hábitos y bastante disciplina consigas con el tiempo modificar tanto las etiquetas que tienes de ti, como los juicios a los demás de cómo se tienen que hacer las cosas.
Si no son suficientes, obviamente te invito a que tenga un proceso conmigo para que a través de mi herramienta modifiquemos tu subconsciente, y se alíe contigo para transformar todo lo que crees que sabes y piensas de cómo se deben hacer las cosas.
1. No te enfoques en los resultados
El primer punto que te invito a plantearte o a que desaprendas lo aprendido hasta el día de hoy es que no te centres en los resultados. Claro que son importantes, pero si tu foco de atención lo pones ahí con lo perfeccionista que eres vas a conseguir ahogarte. Me refiero tanto a nivel motivacional como de tareas por hacer… si es que al final te lanzas a ello.
¿Te has planteado por qué somos perfeccionistas? ¿Cuál es la causa principal de por qué nos exigimos tanto sobre todo en nuestra venta de servicios?
No queremos ser juzgados por los demás, nos da una vergüenza atroz lo que puedan pensar de nosotros, y si tú eres como yo que, me centro en las terapias para sanar a nivel espiritual, de la psique o a nivel corporal. El miedo principal es que la persona que te contrate se quede peor que cuando vino a tu sesión y encima que se haya gastado el dinero.
Ten paciencia
Solo puedo decirte una cosa, ten paciencia con tu valía, seguridad y confianza en lo que haces. Sé que parece sencillo y luego a la hora de la verdad, nuestro crítico interno no para de machacarnos de cómo se deberían hacer las cosas.
¿Crees que las personas que no tienen todas estas taras de su crítico interno no lo piensan igual?, pues claro, lo que pasa es que se toleran tal como son en ese momento y tiran para adelante. Mientras que las personas perfeccionistas nos escudamos en nuestra zona de confort argumentando que no estamos preparados.
¿No crees?
Ten paciencia al cambio que puedes crear en ti y deja de una vez por todas de ser una persona perfeccionista.
Céntrate en disfrutar y crecer
Muchos grandes del desarrollo personal y la psicología deportiva como es Timothy Gallwey sostiene que la única forma de poder dar lo mejor de uno, y conseguir los resultados que se desean, es única y exclusivamente centrándote en las otras dos variables que para él son una triada indiscutible.
Si hiciéramos un triángulo equilátero (3 lados iguales), en cada vértice presentaríamos una de las variables que para él son indiscutibles. Por un lado, tienes los resultados que quieres obtener (él en su libro de El juego interior del tenis lo llama productividad), y las otras dos variables que sí o sí, si te quieres mantener con motivación es la diversión y el crecimiento.
No puede hacer más productividad si no creces en tus conocimientos, experiencias, dedicación y no eres capaz de divertirte por el camino. Esto es un hecho.
Por otro lado, si crees que el problema es por falta de motivación, ¿has pensado que quizás lo que haces no es tu propósito de vida centrado en tu talento?
2. No te enfoques en los problemas
¿Qué las pasa normalmente a las personas perfeccionistas?, pues que normalmente nos enfocamos en los problemas que tenemos y en todas las cosas que no tenemos para poder conseguir todo lo que nos hemos propuesto.
Enfócate en soluciones
Dime una cosa, ¿no te has planteado que si te centras en soluciones puedes hallar algún camino de por dónde seguir, mientras que si te enfocas en carencias nunca arrancas?
Cuando te centras en soluciones, no te digo que consigas sin más la fórmula secreta para conseguir el éxito. Está claro que no estamos locos, a lo que me refiero es que solo ves problemas, cosas que te faltan, te comparas con los demás que sí hacen acciones, lo único que vas a conseguir es que al final tires la toalla.
Tener creencias como “yo o lo hago perfecto o ni me molesto en hacer nada” te genera una personalidad de frustración y rabia por saber que podrías, quizás si te dieras la oportunidad, pero antes cambias a todo el mundo a que sepas cuales son las verdaderas reglas que rigen el mundo (ya sabes el perfeccionismo), que intentarlo y fracasar para que la gente se dé cuenta.
No pierdas el tiempo en anticipar al futuro
Lo más importante que nunca debes hacer (en la medida de lo posible claro) es anticiparte al futuro, es decir, en pensar en escenarios catastróficos y posibles o imposibles que te pueden ocurrir y siempre sin opción de cambio.
¿No te suena la típica coletilla de “¿…y si?”?
Hay una cosa muy importante, la estrategia es super necesaria en todo emprendimiento para planificar posibles escenarios que, pueden suceder y qué puedes hacer tú en ellos para solventar dichos problemas del camino.
La persona perfeccionista no lo hace de forma estratégica, sino más bien para machacarse y recordarse por qué no debe salir nunca de su zona de confort. Recuerda anticipar al futuro lo único que te genera es ansiedad y agobio en tu día a día.
¿Qué puedes hacer hoy?
Una pregunta que te puedes hacer es ¿qué puedes hacer hoy para despojarte un poco de ser perfeccionista?
Tal vez, podrías hacer algo que no sea muy importante para ti e intentar hacerlo eficaz, pero no buscar la eficiencia por poner un ejemplo, quizás podrías agradecerte todo lo que has hecho hasta ahora e invitarte a hacer nuevas cosas o pensar en esos “…y si”, pero de forma positiva.
¿Y si lo hicieras y te saliera bien?
¿Y si no es tan importante la perfección, el ser una persona perfeccionista y sí el ayudar a los demás?
¿Y si son creencias que tienes tú y no son generalizaciones de toda la sociedad?
3. No te enfoques en la opinión de los demás
En este punto espero que ya te cuestiones algunas cosas que te planteabas como axiomas y creencias inamovibles de tu pensamiento. Quizás podrías pensar que la opinión de los demás te la debería traer un poco al pairo.
Si ya es bastante complicado nuestras etiquetas que nos ponemos en el día a día, imagina cómo será si encima echas leña al fuego con lo que crees que piensan los demás de ti.
La perfección lo siento y espero que no te ofenda lo que te voy a decir, pero es una máscara que te has puesto para que no vean debajo de ti que eres vulnerable y frágil, y además con baja autoestima.
Hater hay para todo el mundo
Una de las cosas que he aprendido bastante rápido (aunque a veces vuelve mi Pepito Grillo diciéndome “tienes que caer bien a todo el mundo”) es la idea de que no vas a simpatizar con todo el mundo.
Es estadística, si de los millones de personas que somos le sumas las diferentes culturas, religiones, creencias impuestas y transmitidas y experiencias diferentes, todo esto hace un conglomerado de puntos de vista dispares.
Además tienes que entender que, aunque creo que nadie se levanta por la mañana pensando en “a quién puedo joder la vida hoy”, es cierto que algunas personas son un pelín capullas de por sí, sin embargo, no sabemos que les pasa por la cabeza. Quizás le jode que tú tengas otras ideas o que quieras emprender por poner un ejemplo y él no tiene el coraje para hacerlo.
Por último, debes pensar que en la vida hay psicópata y sociopatas, y por esto debes entender que 1 de cada 10 si no entras dentro de sus intereses no les vas a agradar, así que, echa cuentas.
No te compares
No te compares, no hay que decir mucho más en este punto. La comparación te enfoca en el perfeccionismo y en bloquear tu creatividad. No sabes lo que la gente hace o deja de hacer para conseguir lo que ha conseguido.
Tal vez, tiene un equipo y lo consigue gracias a el trabajo y los conocimientos de los demás, o tal vez, tiene dinero y consigue lo que consigue a golpe de talón, mientras que si eres de los míos pues lo tienes que hacer con el sudor de tu frente y con tiempo de inversión.
4. No te centres en generar la perfección
Donde va tu enfoque va tu energía. Es decir, que si te centras en ser perfecto y no lo consigues, toda tu energía vital o mental se va evaporando porque a cada decisión que tomas de forma consciente y subconsciente van agotando esa energía.
Si te centras en ser una persona perfeccionista conseguirás que todo lo que veas, hagas, pienses, juzgues o evalúes y no cumpla tus requisitos (porque debo decirte en este punto que la perfección no existe), van a hacer que vayas agotando esa energía y tu fuerza de voluntad para hacer cosas.
Avanza 1% cada día
¿Vale David todo lo que me has dicho hasta ahora te centras en el qué, pero imagino que para crecer y salir de esta losa mental necesito el cómo?
Pues a parte de como te dije antes, desaprender lo aprendido y ser consciente que tu perfeccionismo mata la creatividad y la productividad, debes hacerlo que te comento en este punto.
Existe un método o filosofía Kaizen que proviene nada menos que de la segunda o tercera potencia mundial. Me refiero a Japón, y como gracias a esta metodología, consiguieron en 3 décadas sacar a un país en ruinas después de la Segunda Guerra Mundial, hasta estar donde están ahora.
La idea es que te centres en cosas tan pequeñas que son hasta irrisorias. Un ejemplo de esto es leer una página de un libro, hacer un fragmento de una entrada de tu web o modificar algo en tus servicios que te ocupe no más de 10 minutos. Si quieres saber más de este tema, pincha el enlace que te he dejado en el párrafo anterior.
Genera disciplina
Junto con la metodología Kaizen, el otro recurso que te tienes que agarrar es crear una disciplina que te invite a continuar cada día en tu proyecto.
Unos autores o gurús te dicen para generar disciplina es necesario hacerlo 21 días seguidos, otros te dicen 30, 60 o 90. La idea que te invito a que hagas es ponerte como pensamiento único que, si es tu proyecto o emprendimiento, puedes pensar en 30 días y luego otros 30. Así hasta que tengas una sensación en el cuerpo como los que comemos fruta después de comer y si no lo hacemos nos falta algo, je, je, je.
Sé que es duro salir de la pereza, después de llevar mucho tiempo siendo una persona perfeccionista, y con ideas tan limitantes como tenemos las personas perfeccionistas. Sin embargo, este es el camino, no queda otra cosa que continuar a pesar de nuestra perruna.
Hazlo, pero no perfecto
Ya estás viendo que lo importante de este proceso es hacer, hacer y volver hacer. Es como un músico cuando empieza la disciplina de tocar por primera vez el instrumento.
La idea que tienes que llevarte de esta entrada, es que tu idea principal es “inténtalo”, y después, prueba de nuevo, otra vez, así hasta que generes como patrón principal en tu emprendimiento el ensayo-error. Es decir, si no funciona por un camino, no pasa nada. Vuélvelo a intentar y piensa ¿qué salió mal que se pueda mejorar la próxima vez?
Si eres una persona perfeccionista, no busques el mejor momento
Nunca hay un mejor momento, solo tenemos el presente. No hay un mejor plano, imagen, mejores palabras de cómo quiero expresar lo que quiero expresar, mejor cámara, micro, etc.
¿Por qué te digo esto? Porque somos procrastinadores natos y sabes que vas a dejar para una nueva vida lo que quieres hacer como puede ser tu emprendimiento. Tienes que ser consciente que tu problema es la actitud y mentalidad emprendedora, además del perfeccionismo claro está.
5. Busca el lado bueno de las cosas
Todo tiene un lado bueno de las cosas (o casi todo), y como te comenté antes el perfeccionismo no iba a ser menos. El subconsciente probablemente te protege de ti mismo. A lo mejor en tu pasado intentaste un par de veces algo y esto conllevo en crearte una autoestima más pobre.
¿Por qué no nos centramos en el lado bueno de las cosas? ¿Por qué no nos centramos en las ideas que tenemos, la creatividad, los logros que consigamos y por qué no el nuevo paradigma que vas a tener a partir de ahora?
Siempre funciona mejor (y me gustaría que te lo grabaras a fuego) el feedback positivo de nosotros y hacia los demás que el machaque y foco de hallar la perfección.
1 minuto orientado para las cosas que has hecho bien
¿Crees que podrías hacer esto en el día 1 minuto nada más? ¿Crees que con esa disciplina nueva que vas construirte podrías implementar este nuevo minuto centrado en lo positivo?
La idea, es que pienses en lo que has progresado hasta el día de hoy, lo que has hecho en el día, avances que has tenido de algo en concreto o de las nuevas oportunidades que has tenido para presentar tus servicios a tu cliente ideal en alguna charla o conferencia.
1 minuto es la vida para tu proyecto, 1 minuto es más que 0, y si a esto le sumas cada día que pienses de esta forma, tus patrones mentales y emocionales (pensamiento que tienes en bucle o emociones que no te dejan ver más allá), irán deshaciéndose y creando nuevas sinapsis de comunicación entre tus neuronas, y con el tiempo dejarás de ser una persona perfeccionista.
Haces todo lo posible para tu objetivo
Si te centras en ser un supermegaperfeccionista, la realidad es que te olvidas de tu objetivo y eso lo sabes. Es como las personas que tienen ansiedad, se centran en los ruidos de alrededor, estímulos que creen que pueden ser de alguna forma amenaza y se olvidan completamente de las cosas que tienen que hacer.
No tienen recursos mentales para nada más. Su cabeza cree que lo prioritario y principal es estar atento a lo que pueda ocurrir, (por eso de la anticipación a futuro es tan dañina) y lo demás es secundario.
Eso es lo que nos ocurre de alguna forma a las personas perfeccionistas, nos sentimos como que los requisitos (que muchas veces son inventados y subjetivos al momento) los tenemos que cumplir a rajatabla y lo demás es secundario.
Cuidado con tu charla interna
Después de todo lo que te he contado, estarás conmigo que tienes un crítico interno muy jodido tío. Tu charla interna se basa en puntos que hay que cumplir que son más sesgados y obligatorios, como recursos que hay que poner a una sanción del ayuntamiento.
Con la diferencia que algunos los sabes y otros no. ¿Cómo vas a saber si lo estás haciéndolo correctamente?
¿Te das cuenta que tienes que parar esta charla interna que te sabotea de una vez por todas y empezar a ser libre de elegir y de hacer?
Conclusiones para no caer en el perfeccionismo
El perfeccionismo nos ayuda a quedarnos quietos en nuestra zona de confort y nos protege del fracaso si no lo conseguimos. Esto es un hecho.
Las personas perfeccionistas tenemos un amplio catálogo de creencias limitantes dentro del mundo laboral como es el éxito, fracaso y de ser competente
Si quieres dejar de ser perfeccionista, debes con mucho dolor ir paso a paso, soportando y tolerando el crecimiento exponencial, pero de una forma lenta y con acciones que tal vez no funcionen
¿Qué opinas de todo lo que te he contado sobre las personas perfeccionistas? Déjame tu opinión de todo lo que te he contado y espero que te sirva de alguna forma. Nos vemos en el siguiente.