En la entrada de hoy, al igual que en el podcast que muestro a continuación, quiero hablarte de no ponerte etiquetas.
¿A qué me refiero con lo de no ponerte etiquetas?
Me refiero a todos los comentarios que te haces, tanto conscientemente como de forma inconsciente, con frases como “es que no se me dan bien las tecnologías” o “con la edad que tengo dónde voy a ir”.
No sé si eres consciente, pero de este tipo de frases salen las etiquetas como poco manitas o manazas, mayor para emprender o cambiar de trabajo, tontín para estudiar algo nuevo y, como puedes imaginarte, hay mil etiquetas de estas en el conocimiento de cada individuo.
Efectos tanto de ponerte como de no ponerte etiquetas
¿Eres consciente de si te pones estas etiquetas, tarde o temprano como si de medicina se tratara tendrá efectos tanto positivos como negativos en tu cuerpo?
¿Si no, por qué entonces todo ser humano se las pone?
A continuación te muestro de forma reducida los beneficios y efectos secundarios de ponerse etiquetas personales.
Efectos secundarios de ponerte etiquetas
Toda acción, sentimiento o pensamiento, aunque sea malo, a priori tiene un lado positivo o beneficioso para la persona que es: prevenirte, servirte o protegerte.
¿O sea que si me etiqueto, tiene una de esas 3 funciones? Así es.
Las etiquetas nos ayudan a protegernos por si no conseguimos el objetivo que nos queremos generar y somos consciente del feedback que entra dentro del marco de esa etiqueta.
Si tenemos un sueño y creemos que es inalcanzable, hace que nos quedemos en nuestra zona de confort para que no suframos (o sea que también a su forma nos previene).
Como estás viendo, es una forma natural que tiene nuestro subconsciente para que no suframos en el camino, pero si le haces caso en todo, creo firmemente que vas a sufrir toda la vida por ello.
Beneficios de no ponerte etiquetas
Si eres capaz de no ponerte etiquetas, por lo menos de forma consciente, los beneficios que vas a tener son muchísimos principalmente para tu autoestima y autoconfianza. Ya que le das la oportunidad de por lo menos intentar conseguir lo que desees.
No sentirás que te estancas en tu crecimiento y tendrás la oportunidad de mejorar y fortalecer algunas áreas de tu vida. Como puede ser cambiar de trabajo, formarte, aprender una disciplina deportiva o enseñar tus conocimientos al mundo.
No apostarás tu autoestima cada vez que intentes conseguir algún objetivo que te propongas. Por ejemplo, emprender a los 40 y tantos. Si tienes un sueño, ¿por qué no puedes ir a por él por el simple hecho de tener una cierta edad?
Creerás en ti y en los demás de una forma mucho más sincera e incondicional (no de forma superficial para conseguir tú algo de ello).
Seguro que conoces las neuronas espejo, son las neuronas que se activan en tu cerebro cuando ves en otra persona algún suceso, sentimiento, emoción o simplemente alguna acción.
Un ejemplo es cuando ves en la televisión un partido de tenis y tienes la sensación de que tu cuerpo quiere devolver la pelota. ¿Te ha pasado? Es gracias a las neuronas espejo.
¿Si no has sentido, hecho una acción determinada o simplemente no has alcanzado algún logro en tu vida cómo vas a ser capaz de emular lo que piensa la otra persona? Por eso algunas personas son capaces de ponerse en el lugar de otra y otras no.
Cómo conseguir en tu día a día no ponerte etiquetas
Como has visto, ponerte etiquetas es un juicio que te haces a ti mismo para no tener que pensar en modo lento. Es decir, es un atajo que le haces al córtex prefrontal a la hora de tomar una decisión.
Pensar en objetivos o metas a conseguir y desapégate del resultado. Tú no eres lo que ocurra. Un ejemplo sería si no se te dan bien los trabajos artesanales, piensa que una parte de ti no es muy ducha o esa acción no se te da bien, pero no pienses en que tú eres un manazas.
Por encima de todo y de forma sana piensa en ti de forma positiva. Quiérete y piensa que si algo no te sale bien, tienes la oportunidad de crecer.
Si por casualidad te pones una etiqueta (la que sea) que es dañina, ponte una coletilla final que diga “todavía” o “aún”.
No te compares jamás. Todos tenemos unas habilidades más desarrolladas que otras. Es pura priorización de tu tiempo. Seguro que la persona con la que te comparas no tiene todas las fortalezas que tienes tú.
Eres idiosincrático. Es decir, no hay nadie parecido a ti, sólo tú. Por eso se enamoró de ti tu pareja, por eso tienes las habilidades que tienes y la experiencia que tienes y si hay algo que no te termina de convencer, es el momento de cambiarlo.
Espero que te haya gustado esta entrada breve con su respectivo podcast sobre no ponerte etiquetas jamás y si te das cuenta de que acabas de hacerlo, rectifica poniéndote un “todavía” si crees que es importante para ti.
Desata tu potencial con esta entrada y elimina tus creencias limitantes de una vez por todas.Déjame un comentario sobre qué te ha parecido. Un abrazo.