5 ideas para motivarte a hacer deporte y que este te ayude a emprender

 

¿Te has planteado en algún momento que ha llegado la hora de cambiar tus hábitos tóxicos? ¿Quieres tener una vida más sana? Pues en esta entrada te explico cómo motivarte a hacer deporte  para que tengas por fin ese hábito que todo el mundo recomienda.

Sabes, porque te lo he comentado cientos de veces, que el hacer ejercicio produce un montón de neurotransmisores como dopamina, serotonina y adrenalina que hacen que te sientas mucho más a gusto y que dejes de rumiar los problemas que ves antes de hacer deporte.

Si quieres puedes escuchar el podcast a través de este enlace si eres una persona que te gusta que te lo cuente:

Luego no digo que se te hayan ido, sólo que el enfoque que antes tenías ya no lo tienes. Por decirlo de otra forma, es como si antes de hacer ejercicio te centraras en el problema y al venir te centras en buscar soluciones.

Además te ayuda con el control del cortisol en sangre por lo que dejas el estrés y la ansiedad aparcados.

 

Motivarte a hacer deporte para controlar la ansiedad

 

¿Dime que no es el mejor remedio para quitarte de un plumazo el mal rollo que tengas?

Recuerda que por encima de todo a quien más tienes que amar es a tu persona y, como si de un viaje de avión se tratara, lo primero que debes hacer es ponerte la mascarilla tú y luego a tus seres queridos.

O dicho de otra forma, para empezar a querer al mundo debes quererte a ti mismo y la mejor manera que conozco es haciendo deporte.

Por eso te quiero mostrar la mejor manera de motivarte a hacer deporte y que lo implementes como hábito en tu vida.

Sabes, porque lo has leído en mil sitios, que no hay nada mejor que hacer ejercicio para sentirte bien, sin embargo, no sabes por dónde empezar.

Aquí estoy yo para motivarte a hacer deporte e intentar que no lo dejes.

Seguro que si eres un lector asiduo de alguna forma sientes que eres un estafador debido a los 3 miedos principales del síndrome del impostor: miedo a no tener suficiente conocimiento, a mostrarte y a fracasar. Por eso quiero darte 5 fórmulas que te muestro a continuación para que sientas todos los progresos como tuyos y que nada tiene que ver al azar como muchas veces crees que sucede.

 

 

5 conceptos para motivarte a hacer deporte

Seguro que te has planteado que la psicología de cualquier ámbito no funciona.

Frases como “a mí no me funciona porque son patochadas” o palabras cursis como “tú puedes, ánimo” o “a por todas, esta sí que sí”, tampoco es que ayuden mucho a tener un buen concepto de ella.

La psicología no funciona (ahora me pongo serio) porque no tenemos la fuerza de voluntad de llevarla a cabo y, si en este caso hablamos de generar el hábito de hacer deporte, pues es bastante complicado entonces.

Estamos acostumbrados a hacer las cosas de una determinada manera, nos vaya bien o regular, tenemos miedo a perder ese punto de apoyo porque “¿Y si cambio algo y me descuajaringa todos mis hábitos?”.

Esta forma de hacer se llama rutina y, claro, si dentro de esta no hemos hecho deporte de forma asidua, preferimos hacer algo que ya hacemos o que hacíamos antes (por ejemplo, hace 5 años).

El día dura lo que dura para todo el mundo igual (o sea 24 horas, je, je, je), pero de lo que trata esta entrada es de que modifiques las prioridades que tienes a la hora de elegir un hábito u otro.

 

Sal de tu zona de confort

Tú eres el responsable de salir de la zona de confort  en la que vives para motivarte a hacer deporte y luchar por el bien más preciado que eres tú.

Es como si yo fuera el mejor mecánico del mundo y te dijera que tienes que hacer estas 7 cosas para que tu coche no pise el taller en 30 000 kilómetros:

1) rellena aceite si esta bajo de nivel, 2) el motor de arranque úsalo no más de 6 segundos, 3) mira la presión de las ruedas, 4) echa líquido limpiacristales, 5) pon el intermitente siempre que hagas una maniobra, 6) no aceleres bruscamente y 7) no frenes igual de brusco que aceleras.

¿Crees que tendrás el coche ejemplar? Sólo si lo quieres con locura y lo aprecias como algo único.

 

Oblígate a salir de tu zona de confort cada día

 

Sólo así, si te consideraras insustituible, único, irreemplazable o de valor incalculable, serías capaz de tener la disciplina de vivir por y para ti.

Te serviría todo lo que te voy a decir a continuación, pero si no piensas que tu cuerpo es tu templo más preciado, es tontería que sigas leyendo.

Créeme, no lo harás y yo no podré motivarte a hacer deporte (ni creo que nadie).

 

1. Lavarte el pelo sólo los días que haces deporte 

Una fórmula para motivarte a hacer deporte tú mismo sería lavarte el pelo tras hacer deporte de cualquier actividad.

No me refiero a que no te duches diariamente, je, je, je.

Me refiero a que te puedes lavar todo el cuerpo y sólo los días que te has prometido como reto a hacer ejercicio el pelo también. Además, te das el placer de lavarte el pelo con mimo.

Es decir, matas dos pájaros de un tiro ya que poco a poco te vas habituando a hacer ejercicio y, por otro lado, te das mimos y te demuestras un poco de amor incondicional hacia ti lavándote el pelo con el champú que te gusta porque te encanta como huele.

Además, esto lo asocias con placer, el placer con hacer deporte y al final por asociación unirás el deporte a placer 😉 Todos contentos.

 

2. Ponerte ropa deportiva 

Bien, este punto es muy importante para motivarte a hacer deporte ya que se llama disonancia congnitiva.

Te pongo un ejemplo: ¿te ha pasado alguna vez que estabas muy cabreado y no sabes por qué pero has escuchado un chiste o tu hijo te ha hecho alguna tontería y no has podido por lo menos sonreír?

 

Ponte ropa deportiva para motivarte a hacer deporte

 

¿Qué notaste? ¿Sentías que algo no va bien porque, por un lado, quieres reír y, por otro, quieres estar cabreado? ¿Pero a que es una sensación extraña como que no te gusta esta incongruencia y al final te decantas por una de las dos opciones?

Es decir, o se te pasa el cabreo o te olvidas del chiste y vuelves a fruncir el ceño, pero créeme que tu cuerpo te está diciendo: opción A u opción B.

Pues lo mismo ocurre con muchas de las cosas que hacemos en el día.

Por ejemplo, ponernos ropa de hacer deporte (con la camiseta transpirable, pantalón corto y zapatillas de running) con hacer la comida, ¿no crees?

Hazme caso si te digo que te pongas esa ropa para darte un empujoncito a salir a andar o a correr. Total, si no te ayuda, por lo menos estás más cómodo en casa, pero pregúntate en algún momento: “¿Corremos 15 minutillos?”.

 

3. Apunta en tu agenda cómo te sientes al finalizar la sesión deportiva

En este apartado sobran las palabras, je, je, je.

Intento transmitirte que la mente es un poco perversa a la hora de intentar retomar la senda de volver a tu zona de confort.

Te argumentas diálogos y recursos que te crees como dogmas religiosos que te desdibujan la realidad como la conocías.

Es decir, que dices que “tampoco es para tanto como te sentiste al hacer deporte”, porque tu subconsciente te dice “chaval, estate tranquilo que tampoco nos sigue un oso, ¿qué es eso de correr por correr?”.

Cada día que sales tienes que puntuarte de 1 a 10 cómo te has sentido de a gusto (no me estoy centrando en competir, sino en lo bien que lo has hecho).

Si, por ejemplo, me respondes un 8 sobre 10 eso, sí que puede ser medible de alguna forma. Además esto te genera un feedback en tu motivación para hacer deporte y así dejarás las excusas para no hacer deporte.

Además de tener un feedback del mes, también puedes poner en una tabla de los días de la semana y apuntar la sensación y nota del día o cuál fue la excusa que te surgió por la cabeza ese día. Esto te permitirá ver tu patrón principal que te aparta de hacer deporte (estoy cansado, no me apetece o no llego a tiempo, entre otros).

 

4. Acuérdate de tu objetivo o meta

Todas las decisiones que tomemos para nuestros objetivos se toman con mejor emoción si hacemos deporte.

Recuerda que, por mucho que nos vendan en la televisión o los anuncios publicitarios, somos animales emocionales que algunas veces, si dejamos el tiempo suficiente a nuestra consciencia, pensamos de forma racional e intelectual.

Por lo que si eres capaz de moverte y dejar que fluya en tu cuerpo los neurotransmisores que te he contado, vas a verlo de una forma más centrada y no tan negativamente como lo vemos siempre.

 

Ten claro tu objetivo para motivarte a hacer deporte

 

Si nuestro objetivo es emprender o empezar a monetizar nuestro emprendimiento, tras el deporte es el momento perfecto para hallar una solución al dilema que tienes entre manos.

Recuerda que debes meditar, analizar y actuar para no caer en la parálisis por análisis.

Además, el hacer deporte es el caldo de cultivo perfecto para ir generando en ti el hábito de la disciplina y el sentir cómo va subiendo la autoestima debido a que cada vez consigues mejores retos personales dentro del deporte.

 

5. No faltes a tu compromiso

Puedes pensar “pero si un día no pasa nada”. Claro.

¿Te imaginas qué pasaría si tu mujer te dijera, por ejemplo, que vais al cine a ver tu película preferida y tú con tu motivación a tope, pero luego te dice que por hoy no pasa nada si no vais y si eso vais otro día? No sé si de forma consciente o en el inconsciente, pero a tu mente no la engañas.

Te sientes defraudado (vamos a ver, somos adultos, pero te diga lo que te diga después ya estás un poco chinado). ¿No es así?

Pues tu mente está igual de apenada y desmotivada que en el ejemplo de ir al cine a ver la última película de la saga de La guerra de las galaxias (por poner un ejemplo).

No lo dudes, la cabeza nos pasa factura y si le empezamos a fallar, ella te falla a ti llevándote por el camino de retorno a tu zona de confort (que no del retorno del Jedi, je,je,je).

Dice algo así como “¿para qué me voy a esforzar a salir de mi zona de confort si tú no cumples con tu palabra?”. Créeme, y más si le has fallado alguna vez, no le des cancha para acabar desmotivado y dejando la actividad deportiva.

Tienes que tener una disciplina que si te has marcado unas horas a la semana deportiva, son para cumplirlas al no ser por fuerzas mayores (y aquí no está incluido “es que estoy cansado”, siempre lo estarás).

 

¿Cómo puede influir esto para emprender?

Una vez que has aprendido estas 5 ideas que te he dado para para motivarte a hacer deporte, es el momento de pensar en nuestro emprendimiento.

Lo primero, como te he dicho antes, es que puedes tener el caldo de cultivo perfecto para empezar a hacer ensayo-error e ir aumentando tu autoestima con objetivos mayores.

Segundo, que empiezas a asociar  el ejercicio a disciplina porque si no lo haces, te vas a sentir mal. Además, aprendes a no fallarte porque te das cuenta de que en realidad estás fallando al ser más querido (o sea, tú) y si no cumples contigo, entonces ¿con quién? No olvides este punto.

Tercero, aprendes a tener mejores decisiones, como te he contando antes, a través de pensamientos más optimistas debido a que regulas tu cortisol y tu serotonina.

 

Consigue fuerza de voluntad para emprender

 

Cuarto es que puedes conocer a gente como tú. Es decir, notarás que la gente que hace deporte no está tan centrada en el victimismo y os unirá el deporte, no el despotricar de otras personas.

Quinto, te sirve el definir un objetivo a través del coaching de principio a fin y luego puedes implementar la misma estrategia para el objetivo del emprendimiento.

Sexto y último, aprenderás a cambiar tu estado mental y focalizar en hallar una solución en vez de centrarte de forma rumiativa en el problema.

 

Conclusiones para sacar fuerza hacer deporte

Como has visto, si eres capaz de motivarte a hacer deporte, tienes un modelo excepcional para poder usar de probeta a tus intentos por emprender. Te dejo un resumen de las conclusiones de esta entrada:

    • Olvídate de cómo eras antes. A nadie le interesa, y menos a tu mente, pero si te comprometes, no te falles porque pasa factura.
    • Tienes que planificar la semana para poder hacer deporte y no salirte de esos rangos que te has marcado (si no hay fuerzas mayores).
    • Date pequeños premios que te ayuden a subir esa motivación y que no decaiga.
    • Márcate un objetivo medible para poder mantener la motivación básica a niveles aceptables y que no te desmotive.
    • Genérate un feedback de sensaciones y de las excusas típicas, y ponlo en un sitio visible (por ejemplo, en la nevera).
    • Una vez implementado el hábito del deporte es el momento de confiar en ti para emprender.

Si crees que necesitas ayuda para definir objetivos tanto deportivos como personales, a hallar tus talentos, definir una estrategia para conseguirlos o a quitarte creencias limitantes que te impiden continuar, siempre puedes leer esta entrada o contratar mis servicios.

¿Qué te ha parecido la entrada para motivarte a hacer deporte? Déjame un comentario a continuación.

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