¿Eres de los que según te levantas por las mañanas ya te invaden los pensamientos negativos o de mierda?
No sé si te pasa a ti.
Durante bastante tiempo cada vez que intentaba ponerme con mi proyecto para alcanzar mis sueños (que es ser uno de los mejores coaches de España) me embargan pensamientos alienantes o negativos que sabotean mi motivación y productividad.

Sé lo que se siente en propias carnes cuando piensas que, ¿y si yo no valgo para conseguir lo que me he propuesto?
Cuando no tienes claridad de qué quieres hacer o cómo tienes que hacerlo, todo se ve negro como el carbón.
En mi anterior entrada, te comenté que hubo una época que quería tirar todo por la borda e irme a vivir a Noruega.
Te la dejo por si quieres encontrar la paz interior.
Así que como te digo y volviendo al tema que tratamos actualmente, es muy importante el bloquear los pensamientos negativos si quieres embarcarte en algún objetivo.
¿Por qué te digo esto?
Bueno, imagino que te ha pasado alguna vez que has intentado hacer algo y te llegan este tipo de pensamientos a tu cabeza:
“Ya lo hago mañana que total ahora es demasiado tarde”, “no sé qué tengo que hacer, así que ya lo miraré en otro momento” o “ya soy demasiado mayor para ponerme a pensar en talentos”.
Mira.
Lo peor que nos puede ocurrir, no es que no tengamos oportunidad para cambiar algo. Lo peor es cuando tenemos estos pensamientos tóxicos que corrompen nuestra fuerza de voluntad.
¿Estás conmigo de acuerdo que muchas veces no es el contexto, sino más bien la actitud que tenemos hacia él lo que hace que no consigamos nuestros objetivos?
He trabajado con clientes que no saben cómo conseguir la meta que quieren conseguir y tampoco tienen la mentalidad correcta para ser emprendedor.
Por eso, si me dedicas unos pocos minutos, creo que te ayudaré con esos momentos tan jodidos que son cuando no sabes si estás haciendo lo correcto o incluso te planteas si deberías trabajar de lo que sea (por la presión de algunos familiares o amigos) en vez de seguir luchando por tus sueños.
Además, esta entrada vale para personas que están pasando malos momentos actuales y necesitas bloquear los pensamientos negativos.
¡Vamos al turrón!
¿Por qué tenemos estos pensamientos negativos o de mierda?
Lo primero que quiero contarte es que los pensamientos que tienes tan nocivos son producto principalmente de tu subconsciente.
Como verás a continuación, muchos pensamientos que pasan por nuestra cabeza son irracionales e incluso poco adaptativos para sobrevivir, pero algunas veces no podemos evitarlos.
Tu subconsciente es el causante de tus pensamientos irracionales
¿Sabes qué es eso del subconsciente?
Podríamos decir que es la parte de tu mente que tiene los recursos para automatizar tus hábitos y pensamientos.
Es decir, no tenemos muchos recursos de atención por lo que para hacer cosas de forma rápida y sencilla automatizamos las cosas que más comúnmente hacemos.
Un ejemplo claro es cuando empezamos a conducir y después llevamos 10 años conduciendo.
¿Verdad que no prestamos tanta atención como antes a todas las cosas que hacemos en el momento?
La zona confort la mayoría de las veces no es tan confortable
Somos capaces de hacer lo mismo, pero seamos sinceros. Más automatizados para solo fijarnos en lo importante, que es la carretera.
Por eso, debemos entender por qué lo hace y cómo lo hace.
La tendencia del subconsciente es automatizar como he dicho pensamientos, emociones, estereotipos, ideas o creencias limitantes.
Todo lo que te cuento es completamente normal, lo único que quiere es tu supervivencia y que estés dentro de tu zona de confort a veces no confortable.
Es decir, los pensamientos destructivos, emociones poco recomendables para la salud, ansiedad o el estrés que estés padeciendo es lo que tu subconsciente entiende por tu zona confortable.
¿Por qué?
Porque llevamos tanto tiempo padeciéndolo (bastantes veces desde nuestra infancia) que interpreta de forma errónea que es la correcta.
Te pongo un ejemplo, imagina que un niño lleva desde los 4 años escuchando miles de veces “eres tonto” o “no hagas eso que tú no sabes hacerlo”.
¿Crees que tendrá mentalidad de crecimiento e intentará experiencias nuevas en su vida?
¿Verdad que no?
Déjame explicarte brevemente qué tipos de cerebro tenemos dentro de nuestra cabeza para entender bien por qué nos pasa todo esto.
Muchos autores sostienen que tenemos tres tipos de cerebros bien diferenciados que, gracias a la evolución hemos ido desarrollando con los miles de años.
Cerebro rectiliano
El cerebro más primitivo, llamado cerebro rectiliano, es el encargado de regular las funciones vitales del organismo.
No es que pertenezcan a un reptil ni nada de eso, pero sí que viene casi de esa época, je, je, je.
Además, es el encargado de preservarnos debido a que es el causante de regular las respuestas reflejo o respuestas automáticas de nuestro organismo.
Un ejemplo de esto es cuando nos acercamos al fuego y automáticamente apartamos la parte del cuerpo que tenemos cerca de él.

Este cerebro no piensa ni siente emociones.
Sólo se activa cuando es requerido.
Por ejemplo, a través de las hormonas, regula la temperatura, regula la hidratación, respiración y demás sistemas automáticos que tiene el organismo.
¿Verdad que no razonas cuando te estás quemando?
Este cerebro es el más primitivo, pero el que hace que sobrevivas en situaciones de estrés
Este cerebro es el encargado de que sobrevivamos.
Por decirlo de alguna forma, busca los estímulos de alrededor nuestro para saber dos cosas: lo que ocurre hace que tengamos que huir o atacar o es algo agradable y podemos confiar en la situación.
Todo tu subconsciente se mueve por esta variable con estas dos opciones o alternativas o es agradable o es aversivo (malo para mí).
Por eso, algunas veces, en algunas situaciones en microsegundos en los que has estado con alguien, sin saber por qué sientes que no te cae bien.
Es el encargado de que sobrevivas si te ataca un oso, pero ¿cuántos osos sueles ver cotidianamente en tu vida?
Entre uno y ninguno, ¿verdad?
Uno de mis procesos en los que trabajo con mis clientes uso la herramienta llamada PSYCH-K para reprogramar tanto emociones que no has podido procesar en el pasado, como pensamientos o creencias positivas.
Suele ser un proceso de 3 sesiones y solo con esas 3 sesiones notas unos cambios espectaculares en tu vida.
He ayudado a personas con traumas en su infancia, fobias y a eliminar pensamientos recurrentes negativos que creaban ansiedad o bloqueos para conseguir objetivos como “no creerse que es escritora”.
Pregúntame sin problemas a david@cambiaturumbo.com
Cerebro emocional
Este segundo cerebro es un poco más desarrollado y se llama sistema límbico.
Es el causante de almacenar nuestras emociones y recuerdos y recuerdos de nuestras emociones, je, je, je.
Es decir, no solo almacena emociones sino que, se encarga de almacenar toda nuestra memoria emotiva para un futuro.
Principalmente está en la amígdala (en ésta se almacena la memoria emotiva).
Es decir, hechos que te ocurrieron y de alguna forma te dejaron una huella y como son relevantes pues lo almacena para futuras experiencias parecidas.
¿Para qué?
Pues para tenerlo fresquito y que en la medida de lo posible no vuelvas a caer.
Por ejemplo, si un día te mordió un perro, cuando pases delante de otro perro es muy probable que te entre miedo recordándote que ese animal una vez te atacó y no debes fiarte de ninguno.

¿Por qué lo almacena con tanta saña nuestro cerebro emocional?
Para que no caigamos nuevamente en la misma piedra.
Este cerebro se encarga de tu gestión emocional
Además, es el encargado de generar emociones como felicidad, admiración, sorpresa, orgullo, reconocimiento, entre otros, o podían ser malas como asco, miedo, culpa, tristeza o rabia.
Estos dos tipos de cerebro los compartimos con los demás animales, unos más y otros menos desarrollados , pero en definitiva los compartimos con ellos.
¿Por qué tenemos que evitar los pensamientos negativos y algunas veces obsesivos?
Porque este cerebro, junto con el rectiliano, no diferencia entre un suceso imaginado y real.
Es decir, como no tenemos ninguna amenaza real, la genera para que siempre estemos activos y además, tanto lo imaginado como lo que percibes a tu alrededor lo siente como real.
Te pongo un ejemplo, si estás en el campo y oyes un ruido fuerte, tu mente te dice “sal de ahí chatín que puedes correr peligro porque quizás están de cacería”, pero si estás en la mascletá en la Comunidad Valenciana aunque lo pueda parecer no es ni de cerca lo mismo de peligroso.
A eso me refiero cuando te digo que debes bloquear los pensamientos.
Si alguna vez te ocurrió algún suceso desagradable, el cerebro emocional lo almacena y cada vez que te ocurre algo parecido (sonidos, sabores, olores o visualizaciones), te saltarán las alarmas como si fueran el mismo suceso.
¿Pero qué pasaría si todo lo que pasa por tu cabeza son conjeturas y no hay nada que te ocurra realmente?
¿Te imaginas como estaríamos de limitados en la vida si por todos los sucesos que nos ocurren los padeciéramos como si se trataran de traumas?
Necesitas transformar pensamientos negativos en positivos para que no se graben y los des demasiada importancia en el futuro, por eso debemos desechar esos pensamientos conjeturales y no sentir como si fueran reales.
Cerebro racional
Por último, está el cerebro más desarrollado evolutivamente y el cual nos diferencia de los demás animales.
Me refiero al neocórtex o cerebro racional.
Como es lógico, las tres partes están en interconexión, pero cada una lleva su cometido de forma individual.
Lo más importante que te tiene que quedar claro es que el inconsciente puede procesar hasta 11 000 000 de bits por segundo mientras que el consciente no llega ni a 50 bits.
¿Ahora entiendes por qué te embargan las emociones y aunque las intentes regular intelectualmente te es imposible?
Vamos, lo que te tiene que quedar claro en este punto es que en condiciones normales es este tipo de cerebro el que controla a los otros dos, pero cuando ocurre un hecho emotivo, el cerebro emocional coge el bastón de mando y normalmente suele ser para mal.
Es decir, si te embarga alguna emoción, estás perdido porque va a ser la amígdala la que tome el control y no vas a poder racionalizar.
Qué son los pensamientos de mierda
Como te he dicho antes, al no tener amenazas reales todos los estímulos de alrededor nuestro los procesamos como ¿negativo o protección?
Poco después se manda la información a la amígdala y ésta reacciona con alguna emoción y es la culpable de nuestro crítico interno.
¿Y esto a qué se debe?
Pues, como la amígdala nos genera una emoción, nos coacciona a que pensemos de una determinada manera.

Es decir, emocionalmente y ahí es dónde está el estrés irreal, ansiedad, miedos y frustraciones.
Todos los sentimientos y emociones nos hacen pensar de una determinada manera.
Es decir, nuestro crítico interno si detecta algo que no le gusta es cuando nos lanza miedos, emociones negativas, sentimientos que no nos gustan y bastante tiempo después nuestra parte racional es cuando nos da los cientos de excusas.
Recuerda los bits por segundo que tienen de diferencia.
Después de explicarte todo el circuito interno mental que tenemos, ha llegado el momento de tomar cartas en el asunto para bloquear los pensamientos y ponerte manos a la obra.
Cómo eliminar los pensamientos negativos
1.Hacer ejercicio
La forma más fácil y sencilla para evitar los pensamientos negativos y que no te controlen ellos a ti es hacer deporte y, si puedes de forma asidua mejor.
Gracias al hacer ejercicio bloqueas el pensamiento de forma automática ya que tu cuerpo, al generarle un estresor externo en el que centrarse y además por desgaste de calorías, no tiene tiempo de plantearse otras alternativas.
Por decirlo de alguna forma, está en modo huida por lo que no se plantea la opción de procesar razonamientos.
Además, produces serotonina que hace que tu cuerpo esté placido y relajado.
También regula el cortisol en sangre (el culpable de que aumente el estrés en nuestro día a día) y, por último, también genera adrenalina que hace que estés eufórico en vez de estar amargado por los pensamientos de mierda.
2. Hacer meditación
La meditación hace justo lo contrario que los procesos automáticos de nuestro crítico interno.
Es decir, como te he explicado, las dos primeras partes de nuestro cerebro lo procesa de forma casi instantánea y además se queda en nuestro subconsciente por si vale para un futuro.
La meditación te hace estar presente en el aquí y en el ahora y te obliga a dejar de centrarte en los pensamientos automáticos negativos.
Aunque los pensamientos te van a seguir llegando de igual forma, el objetivo es que te centres, por ejemplo, en cómo entra el oxígeno por las aletas de la nariz o en cómo se infla y desinfla nuestra barriga.
Yo para meditar utilizo una app de Android que se llama Reiki Sound que puedes programar el tiempo que quieres meditar con un gong y música de fondo.
3. Desapegarte del resultado
Este punto sé que es complicado porque nos han educado desde bien chiquititos a ser mejor en todo y a ser posible que quedemos el primero.
Es probable que no estés conmigo de acuerdo en este punto. No pasa nada si es así ya que te sirven los demás puntos para cambiar los pensamientos negativos.
Lo que está claro es que si vives en tu vida como una lucha y solo te vale el conseguir la perfección en todo lo que hagas, tarde o temprano minará tu autoestima.
¿Por qué?

Porque habrá cosas que no puedas conseguir ya que no estarán a tu alcance conseguirlas y, quizás ahí te des cuenta que la vida no es lucha y centrarse en resultados.
Para mí la vida es disfrute, centrarte en crecer y sobre todo aprender de los errores.
En esta entrada te hablo de cómo aumentar tu autoestima si tras mis palabras crees que lo necesitas.
Debes trabajar desde el minuto 1 que empiezas a crearte objetivos de realización en vez de resultados.
¿Eso qué es, David?
Proceso de objetivos de realización
Te lo explico con un ejemplo.
Objetivos de resultados sería el aprobar una oposición, conseguir 10 clientes más en el mes o ganar un partido.
Yo lo que te propongo es que cada día te marques unos objetivos que tú puedas controlar.
Por ejemplo, hacer entradas en el blog, hacer x llamadas de teléfono, estudiar x horas diarias, encontrar tu pasión realizando una formación como descubre tu superpoder o hacer un proceso de coaching.
Coge cada día (o la noche anterior) y apunta en tu libreta que vas a hacer.
Puedes decir 2 horas de esto, 2 horas de aquello y otras 3 de lo de más allá.
No sé si me entiendes.
La idea es que tú mismo vayas viendo el progreso ya que vas tachando de tu lista los objetivos de realización del día que te hayas definido.
¿Cómo esto te ayuda a bloquear los pensamientos?
Pues en el momento centrándote en el presente como con la meditación y, posteriormente mostrándotelo con evidencias como son las tachaduras de los objetivos que te has definido de cada día.
Créeme si te digo que esto junto a las dos anteriores son las 3 técnicas más poderosas que hay para tener controlada tu cabeza y mantenerla a raya.
4. Rodearte de gente positiva para no tener pensamientos negativos
Otro punto que te puede ayudar a gestionar los pensamientos negativos incontrolables es rodearte de gente positiva alrededor tuyo.
Cuando tenemos nuestros pensamientos en bucle de cosas negativas que pueden o no suceder, debemos centrarnos nuevamente en el aquí y en el ahora.
Es decir, estarás conmigo de acuerdo que muchos de nuestros pensamientos perjudiciales son hacia el futuro.
Los “y sí…”.

Lo que sí te puedo decir es que de nada te sirve el controlar la cabeza si luego tienes a gente a tu alrededor que te machaca igual que tu Pepito Grillo.
Si tienes colegas o familiares tóxicos, porque todo el mundo los tenemos, intenta quedar lo menos posible con ellos porque te van a amargar el día.
Es duro este punto, pero cuando tenemos estos pensamientos no necesitamos a más cenizos en estos momentos para hundirnos más.
Tienes que pensar tus objetivos a largo plazo y centrado en los de realización.
5. Tener disciplina
En el coaching (que, por cierto, si necesitas algo más, yo puedo ayudarte en lo que desees con mis sesiones de coaching) te explico que hay 3 tipos de dolores (y estos son los que nos impulsan a cambiar):
Dolor de crecimiento: un ejemplo de este dolor es cuando la persona siente que está gorda y desea sentirse mejor y se pone a hacer deporte para conseguir el objetivo que se ha marcado.
Dolor de disciplina: es cuando la persona no quiere crecer porque no es algo que le apasione, pero, sin embargo, necesita hacerlo a rajatabla todos los días ya que, si no puede peligrar su vida. Por ejemplo, dejar de fumar.
Dolor de arrepentimiento: es el dolor al que todos los coach no queremos que lleguéis ningún coachee ya que es a posteriori y genera culpas y disgustos debido a que no genera cambio en tu vida. Es decir, es cuando no hacemos nada por cambiar y al final nos pasa factura.
Si crees que tu problema es por falta de motivación, ¿has pensado que quizás lo que haces no es tu propósito de vida centrado en tu talento?
También tienes la posibilidad de entrar en el grupo de Facebook para descubrir tu talento por si quieres quieres preguntarme algo más de algún bloqueo concreto.
Te animas a escuchar el podcast de cambia tu rumbo?
Puedes escucharlo en las siguientes plataformas:
Itunes, Ivoox, Podcast de Google y Spotify
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